3.El objetivo del Hexágono: Mr Jonatan Carol

1.03.2006

26 de Abasto D.Bush








Nuestra postura con respecto al conflicto era neutral, o por lo menos esa era la imagen que pretendía mostrar el Hexágono.
Para ambas partes, éramos corresponsales acreditados para registrar los hechos, no soldados. Nuestros F.F.K (fusiles fotográficos KodAk-47 ) debían documentar el confrontamiento sin disparar ni una sola bala. «Una tapadera de mierda» según palabras del Capitán Felipe.
Nuestra verdadera misión, la misión que el Hexágono quería ocultar, consistía en contactar a Mr. Jonatan Carol, famoso cantante melódico terráqueo, descendiente de una dinastía de artistas de renombre universal, custodiarlo hasta el hotel Calixto y esperar la llegada de la nave crucero para que se lo llevara de nuevo a la base madre, a salvo de la guerra y la locura general que se había apoderado de todo el planeta.
Así que a fin de cuentas, lo que teníamos entre manos era una misión de protección y cuidado. Los altos mandos sabían que el enemigo ( Himenópteros o Nictitantes, no estaba claro cual de los dos bandos) planeaba capturar a Mr. Carol y utilizarlo como escudo humano para detener los ataques. Se creía que si lo hacían, era muy probable que también lo obligasen a cantar sus mejores temas para distender y relajar a sus tropas. “Oh Susy, dale otra vuelta a esa tortilla” entre otros éxitos.
Y eso era inadmisible.
En la última entrega de los premios Cassandra de la canción, Mr Carol había sido galardonado como «Embajador de buena fe, buen gusto y hábitos de higiene aparentemente razonables para casi todas las razas bien-pensantes del Cosmos»
No existía Nación que pudiese permitir tamaño atropello a la dignidad de este ilustre ciudadano. Y mucho menos nosotros, los buenos y justos, que siempre habíamos estado a la vanguardia en cuestiones tales como la paz, el entendimiento y la confraternidad, y que además teníamos la mejor tecnología y las mejores armas.







Extracto de «Oh Susy, dale otra vuelta a esa tortilla»



Oh Susy, Oh Susy, Oh Susy
de todas las cyberóticas doncellas
eres tu mi preferida,
mi enigmática princesa,
por favor, por favor,
dale otra vuelta a esa tortilla.

Oh Susy, Oh mi Susy
Tu tuviste en tu boca
mi tibia tuba titilando,
mi modelo interprostático
mi ortopédica Pei-pei
atropellando tu Chaw-chaw.

De todas las neuróticas muñecas
eres tu mi preferida,
mi Vox-Voix enfurecida,
por favor, por favor, dale otra vuelta,
Oh Susy, Dale otra vuelta a esa tortilla.









El problema con Mr Jonatan Carol, no era simplemente protegerlo. La mayor preocupación de los
cerebros I.A del Hexágono era convencerlo de dejarse proteger. Las investigaciones de su vida privada habían sido reveladoras, sabíamos que detrás de la imagen pública de sonrisa radiante y corazón de oro se ocultaba un hombre hosco y tozudo hasta la médula, capaz de cortarse una mano antes que dar el brazo a torcer.
Pero para llegar a ese punto, primero teníamos que encontrarlo. El muy maldito había elegido nada menos que el planeta Insecto para desarrollar su segunda actividad favorita; Internarse solo en las estepas y bosques para cazar los especímenes más exóticos y peligrosos.
Y El planeta Insecto era enorme. Un enorme, asqueroso y mortal chiquero lleno de alimañas y bestias horrorosas capaces de chuparte el cerebro como si fuera un yogurt dietético a media mañana.










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